A menudo se oye hablar sobre el método Montessori y no se tiene muy claro qué es, cómo empezar a adentrarse o sus pegas, si es que las tiene, por eso hoy compartimos una pequeña guía para familiarizarse con algunas de sus ideas principales.

Lo primero, ¿qué es esto del método Montessori?

Lejos de lo que vulgarmente se piensa, el método Montessori no es una simple metodología para que los niños aprendan conceptos curriculares como lengua, matemáticas, etc. El método Montessori pretende ser una filosofía que se ocupe del desarrollo integral del ser humano, sus características principales serían:

 

1. Respeto por el niño. Desde su nacimiento se tiene en cuenta que el niño es un ser humano completo con voluntad propia y necesidades vitales reales. Si un niño hace algo no es en ningún caso por molestar o retar a adulto sino porque en ese momento su desarrollo le exige dedicarse a una actividad y el deber del adulto es el de identificar esta necesidad y proporcionarle los medios necesarios para poder llevarla a cabo con seguridad.

 

2. Educación para la paz. Ante todo el método Montessori se centra en ser el germen de una sociedad donde los seres humanos puedan convivir en armonía, precisamente por eso tantos detalles están pensados para que el desarrollo, partiendo de la más tierna infancia, se haga desde la humildad y la empatía. Algunos ejemplos de esto serían la mesa de la paz (recurso usado para la resolución de conflictos en las aulas), la enseñanza de la historia marcando los hitos históricos más importantes a través de los grandes descubrimientos de la humanidad y no desde las conquistas, guerras y batallas como se suele hacer tradicionalmente, la importancia de las lecciones de “modales y cortesía” donde se aprende a tratar a los demás con amabilidad y hasta en los pequeños detalles como el de dejar los materiales listos para poder ser usados por el siguiente (no solo se vuelve a dejar todo de nuevo en su lugar sino que hasta los lapiceros se afilan al devolverlos a su sitio para que nadie los encuentre sin punta). Todo este cúmulo de pequeños detalles, además, del trato exquisito que recibe el niño por parte de los guías (así se conoce al equivalente de la figura del maestro en las escuelas Montessori), hace que vaya calando en ellos el sentido de responsabilidad hacia el bienestar del otro que tan importante es hoy día (lo que hoy día más de moda viene a conocerse como la “inteligencia emocional”).

 

3. Fomento de la autonomía como base del aprendizaje a todos los niveles. Cuando María Montessori desarrolló su método la autonomía se presentaba como algo vital para los niños de la época cuyos padres pasaban largas jornadas en la fábricas y no podían ocuparse de ellos. La observación hizo que esta mujer se diese cuenta de que lejos de ser algo impuesto a los pequeños, era algo que estos agradecían y que favorecía su desarrollo en todos los ámbitos. Gracias a esto el método adquirió una de sus grandes características. Los materiales que sirven para labrar el currículum de los niños les permiten absoluta autonomía para aprender por sí mismos en cada momento lo que necesiten. Es por eso que en Montessori no se enseña nunca nada a los niños, son estos los únicos protagonistas de su aprendizaje, el trabajo del guía es el de velar porque los pequeños tengan a su alcance lo necesario para poder aprender lo que necesitan en cada momento.

¿Cómo empezar a adentrarse en el método Montessori?

Yo siempre recomiendo lo mismo: “leer, leer y leer”, pero claro, ¿Qué leer?

Por un lado está la bibliografía de la propia María Montessori donde poco a poco va desgranando su método. Lo bueno es que es un viaje fascinante para los que quieren profundizar en el conocimiento de esta pedagogía. Lo malo es que están escritos en lenguaje algo científico y por ende, menos atractivo del que solemos estar acostumbrados, pero es igualmente una maravilla leerlos.

Libros recomendados de María Montessori

Por otro lado, más orientados a padres y personas interesadas en conocer y aplicar el método a grandes rasgos, hay libros muy completos y de lectura mucho más asequible.

Algunas pegas al método Montessori

Pues sí, como os podréis imaginar el método no es perfecto, hay algunas pegas que se le suelen poner habitualmente, unas ciertas (a mi juicio) y otras no tanto. Veamos alguna:

1. El método Montessori es caro: FALSO. El problema del método Montessori es que las personas nos centramos en el uso de los materiales que, para una casa, pueden parecer caros sin embargo en una escuela resulta más asequible que los libros de texto y su duración es mucho mayor que la de estos por lo que, además, el método demuestra ser más sostenible. Además, el hecho de que no tengamos escuelas Montessori públicas (al menos en España) hace que le educación sea bastante elitista, cosa bastante “antimontessoriana”, por otro lado. Al margen de la formación y la escolarización, aplicar el método Montessori, como filosofía para la formación del ser humano es prácticamente gratis, con leer y entender la bibliografía de María Montessori es suficiente.

2. El método Montessori no fomenta la creatividad: VERDADERO y FALSO. En cierto modo el arte no está demasiado desarrollado en las explicaciones del método sin embargo, la expresión artística (al menos la plástica) es todo lo contrario ya que a los niños se les presentan los materiales y su uso correcto, no se dirige absolutamente nada de lo que a los contenidos se refiere, ¿se te ocurre algo con más libertad creativa? De hecho, grandes creativos han salido de las escuelas Montessori como Gabriel García Márquez, Ana Frank o los creadores de Google Larry Page y Sergey Brin, no está mal en lo que a creatividad se refiere, ¿no crees?

3. El método Montessori está anticuado: VERDADERO y FALSO. Es cierto que el método es anterior a algunos descubrimientos científicos donde se ve la necesidad de que los niños desarrollen actividades que no están ampliamente recogidas en el método, como por ejemplo, la importancia del juego simbólico en la primera infancia. Los defensores a ultranza de la integridad del método responden a esto diciendo que los niños no necesitan jugar a hacer las cosas porque las tienen y pueden hacerlo de verdad sin embargo, mi respuesta: para cocinar, coser o limpiar genial ¿pero con qué material se puede ser bombero, bailarín, policía o el Rey del mundo? Para que el método siga vigente y se puedan aprovechar las muchísimas cosas buenas que tiene hay que ser críticos con el e investigar para completarlo.

 

Conclusión

El método Montessori es un patrimonio, no ya de los niños, sino de la humanidad entera. En nuestra mano está ayudar a conocerlo y difundirlo para que las próximas generaciones lleguen a disfrutar del mundo armonioso, pacífico y justo que todos los seres vivos merecen.

Autora: V.Reyes

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